Primera. Celebrar la Vida.
Que todos los momentos vitales que consideramos importantes puedan celebrarse a través de una ceremonia en la que plasmar nuestras vivencias y creencias de una manera consciente, expresada y compartida.
Segunda. Respeto.
No juzgar... bueno, más bien, no dejarnos llevar por nuestros juicios (que pueden ser inevitables ante lo desconocido). Nada es mejor o peor, simplemente DIFERENTE... Cada persona vive, piensa y existe según sus circunstancias, y por eso es necesario la:
Tercera. Conoceros.
Implicarnos a la hora de conoceros para crear un guión único de las ceremonias, ponernos a vuestra disposición para poder captar vuestra esencia, y plasmarla en un momento único!
Cuarta. Actuar con Libertad.
Trabajar afines a esta hermosa palabra. Una ceremonia laica permite celebrar lo mismo de infinitas maneras, y no hay nada ni nadie, salvo un@ mism@, que diga que algo no se puede hacer... Incluso, nos atrevemos a proponer ceremonias en las que se celebran momentos inauditos.
Quinta. Creatividad elevada a la máxima ..."celebración".
Una ceremonia laica...¿cómo se hace? Puede ser tema de debate...ya llegaremos a él, pero desde aquí queremos proponer ceremonias rituales (no solo la Ceremonia de la Arena o de las Velas...) y simbologías creativas. No descartamos nada, se pueden mantener tradiciones, adaptarlas o crear nuevas y modernas maneras de simbolizar.
Sexta. Trabajar con amor.
La propuesta de celebrar momentos vitales es algo muy íntimo (aunque sea compartido), y por eso nuestra disposición afectiva nos resulta vital para llevar a cabo este proyecto.
Séptima. Curiosidad y aprendizaje infinitos.
Con esta actitud, nos valemos para crecer, mejorar, cambiar y ofreceros lo mejor de vuestros momentos.
Y así, con tal declaración de intenciones nos mostramos, y damos pie a este blog, un espacio de reflexiones, ideas y experiencias para Compartir (!!! Intención Octava!!)

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